Las razones para crear la llamada "Red Uruguaya de Lenguaje Jurídico Claro" se basan en la constante costumbre de abogados, jueces y fiscales de utilizar palabras inentendibles, cuando tienen la posibilidad de hacerse interpretar con claridad.
Santiago Pereira Campos, abogado que cumple tareas en Montevideo, ha sido uno de los impulsores de una medida para que las sentencias judiciales sean entendibles para los lectores no formados en derecho, porque esa poca claridad tampoco contribuye a la transparencia del sistema.
Pereira Campos explicó que el principal problema no está en el uso de términos técnicos, sino en la mala redacción o el uso innecesario de palabras en otros idiomas, a lo que se agrega que muchas veces los textos tienen una extensión desproporcionada al aportar datos que no son relevantes para la causa.
Asegura que "el recorte y pegue" le ha hecho muy mal a los abogados y a los jueces y se ven sentencias con términos foráneos como "fojas", "ut supra", "autos", "infra", "supra", en todas las sentencias.
La expresión "el tribunal ad quo y ad quem" que quiere decir "el tribunal de arriba o el tribunal de abajo", se utiliza para referirse a párrafos que están más arriba o más abajo en el texto, a lo que se agregan expresiones en latín como "iura novit curia" que quiere decir "que el Juez conoce el derecho".
Pereira Campos se pregunta por qué no se hacen estas referencias en un idioma entendible, sin necesidad de tanto rebuscamiento que no le aporta (por usar palabras en latín) nada nuevo ni constructivo a las sentencias o a los recursos de abogados y jueces.